Historia

HISTORIA DE LA ESTACION PROVINCIAL Y EL BARRIO MERIDIANO V, LA PLATA, ARGENTINA
El Barrio Meridiano V (comprendido desde calles 66 a 72 y de 13 a 19) nació junto y dentro del trazado de la ciudad de La Plata en 1882. Al principio se fue poblando muy de a poco (la panadería “La Sonámbula” en 1887 fue e las primeras en la ciudad), pero a principios de siglo XX cuando se empezó a construir el Ferrocarril Provincial en la zona le toco tener con la estación cabecera en las calles 17 y 71… eso cambiaría para siempre la historia del barrio… esa cuadrante sur, tendría un tren…
El Ferrocarril Provincial al Meridiano V inauguró el 27 de abril de 1910 los primeros 100 km de vía férrea y los trabajos en la Estación cabecera del Ferrocarril Provincial La Plata al Meridiano V ubicada en 17 y 71 con sus respectivos galpones en el predio.
La Estación Provincial fue construida por el ingeniero Enrique Dengremont, con una arquitectura sencilla, de rasgos clásicos de origen francés. El tren al Meridiano V (paralelo que separa el límite provincial con La Pampa) terminó por darle nombre al barrio emplazado en las inmediaciones de la Estación. El 17 de marzo de 1912, se habilitó para traslado de pasajeros. La provincia de Buenos Aires concibió una red ferroviaria de trocha angosta cuya dimensión, si se hubiera concretado en su totalidad, habría modificado sustancialmente el panorama ferroviario bonaerense.

La parte del ferrocarril que se construyó se llamó Ferrocarril de La Plata al Meridiano V° o Ferrocarril Provincial de Buenos Aires. A partir del puerto y de la ciudad de La Plata llegaba a Mirapampa, en el límite provincial, pasando por Carlos Beguerie, Saladillo Norte y Nueve de Julio, en cuyas inmediaciones cruzaba las trazas de la CGBA y el Midland, para dirigirse a Pedro Gamen desde donde un pequeño ramal alcanzaba Pehuajó. Desde La Plata otro ramal llegaba a Avellaneda y desde Carlos Beguerie, típico ejemplo de pueblo ferroviario hoy agonizante. Los rieles llegaron a Azul, Olavarría, Sierra Chica y Loma Negra.
La razón esgrimida por el gobierno provincial para la construcción del Ferrocarril Provincial era integrar a vastas zonas hasta ese entonces incomunicadas por vía férrea y, recorriendo regiones ya servidas por otros ferrocarriles, abaratar los fletes con su presencia.

La actividad del ferrocarril y el nombre del mismo “Ferrocarril Provincial al Meridiano V” termino por darle nombre a esta zona pujante de la ciudad, logrando ser un polo comercial en la primera parte del siglo XX. El 8 de junio de 1928 se reúne un grupo de vecinos para organizarse con reclamos de la zona, y pensaron en hacer una sociedad de fomento que canalizara las inquietudes para el mejoramiento edilicio de la zona y al mismo tiempo desarrollar actos sociales y culturales. Las necesidades del barrio tenían que ver con el alumbrado público, la calle de barro y con las pasarelas en el ferrocarril. Luego de arduas tratativas el 19 de abril de 1929 se funda el Centro de Fomento Meridiano Vº siendo designado Presidente el Sr. Tomas Mercatile. También ayudo a la creación del club la familia Frangí, pionera en la zona (fundaron la panadería “La Sonámbula” en 1887 ubicada en 16 entre 67 y 68, Hipólito Frangí llego a ser intendente de la ciudad y Susana Frangí Directora de orquesta del Teatro Colon).

Los primeros años el centro de fomento tuvo una gran influencia en el barrio, lograron que se haga la pasarela en el año 1938, y rápidamente fue sede de toda actividad social y cultural…
En la sede social ubicada en la calle 67 Nº 1080 se empezó con la práctica de Básquet en el año 1942 y bochas además de actividades recreativas. Desde el año 1961 cuenta con un jardín de infantes.
Si hablamos del Club, tenemos que mencionar un personaje central… el gran Enrique Gonino.
Gonino fue un destacado deportista del club Meridiano V, viajero y autodidacta de las artes plásticas y la literatura. Durante la intendencia de Hipólito Frangí (también vecino de la zona), se convirtió en el primer secretario de Cultura de la Ciudad, cargo que aprovechó para fundar el MUMART y promover la cultura local. A lo largo de su vida, nunca perdió su vínculo con el Club y orientó todos sus esfuerzos para convertirlo en un lugar de encuentro y desarrollo cultural, dotándolo de una sala de arte y una biblioteca que hizo construir él mismo y a la cual donó sus pinturas y libros personales. Por todo esto y en su homenaje, en el año 1998 se reformo el estatuto y se cambió el nombre del Club x el actual: “Centro de Fomento Vº y Biblioteca Pública y Popular Enrique Gonino”. En la actualidad en la institución se desarrollan distintas actividades culturales y deportivas destacándose el Básquet, cuenta con un hermoso y concurrido Restaurante y es faro para la actividad social de la zona.

Seguimos con la historia del tren… El Ferrocarril Provincial fue creciendo con los años.. La época de oro fue con el gobernador Mercante (1946-1952) que como era de familia ferroviaria y entendió su poder estratégico lo llevo a su máximo esplendor y amplió su ramal llegando a tener 902,4 km de vía. En los años cuarenta muchos de los vecinos del barrio eran obreros del Ferrocarril Provincial, sucedía que, en la gobernación de Domingo Mercante (1946-1952) en el gobierno de Juan Domingo Perón, se le dio un gran impulso a las políticas sociales en todo el país, el gobierno construía casas y se les daba facilidades a los obreros en la vivienda, por lo cual muchos pudieron tener su casa propia en el barrio. Eran años de activa participación en los sindicatos, todavía está la sede de la Unión Ferroviaria en calle 17 entre 68 y 69, que se construyó en esos años. En aquellos momentos, gran parte de la participación se daba a través de ese modo de organización ya que el Ferrocarril estaba íntimamente ligado al barrio.
El Ferrocarril no solo era medio de transporte y una fuente de trabajo, era mucho más… conectaba con los pueblos del interior, conectaba familias, tenía una fuerte pertenencia de todo el barrio, un vínculo laboral, social y cultural. En esos años (el gobernador Mercante era hijo de ferroviarios por lo cual entendía bien el rol social del tren), además de ampliar el ramal, hacer mejoras en las estaciones y mejorar las condiciones de los trabajadores, había toda una política ferroviaria; con decir que hasta salía una locomotora con un coche cine desde la Estación La Plata por las estaciones de los pueblos con actividades culturales.
Ver: https://meridianocultural.com.ar/ferrocarril-provincial/

En septiembre de 1962, con el ferrocarril cerrado, los trabajadores ferroviarios hacen un viaje hasta Mirapampa pidiendo la recuperación del ramal. En cada pueblo los reciben con alegría. Esa gesta recibió el nombre –y aún hoy persiste en la memoria- como “El Tren de la Esperanza”; y si bien no consiguieron la reapertura total del ramal, en 1964 se vuelven a abrir algunos tramos de la línea aunque no con la pujanza de antaño ya que faltaba mucho material rodante y no recuperaron a gran parte de los trabajadores. De todos modos, entre marchas y contramarchas el tren seguía funcionando. Después, la dictadura de 1976, asestó un golpe decisivo contra los ferrocarriles nacionales echando a mucha gente y reprimiendo a los obreros. El ramal La Plata – Avellaneda (lo único que quedaba hasta ese momento en funciones) fue cerrado definitivamente el 6 de julio de 1977. Así se llega, en la etapa menemista con sus prácticas económicas neoliberales a terminar de clausurar los ferrocarriles que quedaban… “ramal que para, ramal que cierra”.
Desde ese momento, muchas localidades se convirtieron en “pueblos fantasmas” a raíz de la desaparición de los ramales y así sus habitantes perdieron no sólo su fuente laboral, sino un medio de transporte esencial para el encuentro de la comunidad.
En Noviembre 1988 empiezan las primeras reuniones como movimiento Barrial para recuperar la Estación, las instalaciones del Ferrocarril en desuso y mejorar el Barrio Meridiano V. Se hacen las primeras acciones.


En 1989 el Dr. González va a hablar con el Municipio con el intendente de ese momento
27 octubre1990 gran reunión en la Escuela 58
14 de Diciembre de 1990 se crea AVEP (Asociación Vecinal Estación Provincial) se conforma como asociación Civil, Jorge González Primer Presidente, Abel Gutiérrez Vice, Lidia Sampallo Tesorera. Su objetivo es mejorar la Estación y el Barrio. La Estación estaba en franco deterioro, después de que en 1977 deja de pasar el tren de pasajeros no hubo mantenimiento, funcionó el tren de cargas hasta 1990
Septiembre 1991 se aprueba la Ordenanza 7762 creando área de Recreación y Preservación Urbana. En el Artículo 4 dice q AVEP se hará cargo de parte de los gastos.
Septiembre 1991: obras en la plaza 71y 16, plazas “Las Palmeras” Plaza
“Renacer” con canchas de vóley, futbol y tenis criollo. Mejora del paso peatonal de calle 18 con conchilla e iluminación. Esas como las primeras acciones, después, a lo largo de la década del 90 tenemos que decir q AVEP colaboro con los pedidos de apertura de calle 19, siempre pidió por las mejoras en la Estación y el barrio. En 1996 impulsados por Radames Guglielmi en ese momento presidente de AVEP llevaron a la Legislatura el Proyecto para declarar al edificio Monumento Histórico Provincial, aprobado en 1997 por Ley 11986 además de hacer numerosas actividades y almuerzos.

Después de infinidad de acciones y mejoras en el predio, diez años después de su conformación, aquel grupo pionero de vecinos de la zona, en muchos casos hijos y nietos de ferroviarios, logra generar en el año 1998 una asociación civil denominada “Centro Cultural Estación Provincial” con la finalidad de preservar la identidad del barrio, difundir la historia del ferrocarril, transformar el edificio de la Estación en un lugar en núcleo generador de actividades recuperando el lugar como punto de encuentro y esparcimiento, vinculando la vida cultural como factor de integración, trabajo y transformación social. En todo este proceso tenemos que destacar la figura de Lidia Sampallo: Su esposo, Obdulio Díaz era ferroviario de familia del ferrocarril, ella maestra. En 1973 compran un kiosco de diarios y revistas amarillo apostado en la vereda de la estación y lo atiende por casi tres décadas junto a sus hijos (Sergio, Ramiro y Martín). El kiosco -en parte- se transforma en puente, en parada, en librería y en sitio de conversaciones. Era un lujo ser atendido por ella, de una claridad poco frecuente, precisa y motor. Abierta a lo nuevo sin abrir juicio rápidamente. Lidia fue el motor de los primeros movimientos barriales en 1988 y funda la primera asociación AVEP (Asociación de Vecinos Estación Provincial), y más tarde, derivado de AVEP también el Centro Cultural Estación Provincial (1998). Su cometido era favorecer la construcción de una experiencia cultural que reivindicara el barrio, con todos sus oficios, sus edades y saberes. Unos años atrás había sido parte fundamental de la Asociación Cooperadora de la Escuela N°58 (18 y 71) apenas a una cuadra de su casa. Trabajo incansablemente por el barrio hasta su muerte en 2003.
El barrio Meridiano V empezó a ser caja de resonancia de vecinos inquietos y grupos cultuales. En 1995 el Grupo “La Grieta” hace la primer muestra ambulante, experiencia colectiva llevando el arte a las casa de los vecinos. El objetivo era sacar el arte de las galerías y los museos, y llevarlo a la vida cotidiana. Los comercios del barrio y casa de vecinos fueron el primer espacio “no convencional” para lo artístico elegido para este desafío. El club Meridiano V con la comisión de básquet y la biblioteca popular “Enrique Gonino” abre puertas y tiende lazos, el grupo La Grieta trabaja en el libro “Historias Antiguas contadas por chicos modernos” (2000) con la vinculación de la historia del Barrio, , en la esquina de 13 y 71 se crea el centro cultural “Viejo Almacén el obrero” (1996), en 17 y 71 se crea el bar “Ciudad Vieja” (1996) y el barrio empieza de a poco a tener más actividad. La Crisis de 2001 hizo que en 2002 se organiza la Asamblea Barrial Meridiano V en el club donde se juntaron varias de estas experiencias, distintos vecinos y se empezó a vincular y trabajar colectivamente.

 

Ya el barrio empezaba a tejer lazos, La Grieta conseguiría en Galpón de Encomiendas y equipajes (2004) la coop 17 de octubre, Galpón de las artes el de 13 y 71 (2004) y la ONG Estación Provincial se seguían nutriendo en 17 y 71, peleando incluso con el Estado que quería sacar a la asociación vecinal. Pero con distintas acciones políticas y culturales, rescatando la historia barrial (se hicieron en la Estación varias jornadas de recuperación histórica “Mucho tiempo sin el tren”) ese trabajo asociativo colectivo logro su reconocimiento formal. En diciembre 2002 se apruebe ordenanza 9516 que daba algunas exenciones impositivas fomentando en la zona a emprendimientos culturales y en 2006 se apruebe la Ordenanza 10.251 la cual Aprueba el Convenio suscripto del ONABE con el Municipio de L Plata por la sesión precaria de los terrenos del ferrocarril de 13 a 22 y se comunica al departamento Ejecutivo municipal que deberá convenir con la Cooperativa de Trabajo 17 de Octubre La Plata Limitada, ubicada en calles 13 y 71; el Centro Cultural y Recreativo Estación Provincial, ubicado en calles 17 y 71 y el Grupo Cultural La Grieta, ubicado en calles 18 y 71, la continuidad de las actividades laborales o culturales. Esta norma reconoce el trabajo de las asociaciones legalmente en las viejas instalaciones ferroviarias, un hito histórico para el barrio. A partir de enero de 2008 comienza otra etapa, la asamblea Barrial Meridiano V lleva distintos reclamos a una nueva gestión del municipio. A partir de esas reuniones, se pone en práctica el proyecto “Distrito Cultural Meridiano V” generando un trabajo conjunto entre la Municipalidad de La Plata con el sector asociativo y el sector privado de la zona con el objetivo de que el Barrio Meridiano V sea un polo turístico cultural de atracción de la Ciudad fomentando el empleo y la participación barrial tomando la cultura como herramienta transformadora.
En el año 2008 a través de la Asamblea Barrial dirigidas por las ONG “Estación Provincial” y “La Grieta” empezó a pensar en que los pastizales abandonados de los viejos andenes se transformen en un espacio público y recreativo, por lo cual se ideó y se impulsó el proyecto “Parque Público Cultural en Meridiano V” y, después de varias reuniones se presentó al programa Presupuesto Participativo logrando, mediante una votación de vecinos, ganar para la concreción de las obras en dicho espacio. Lo que era un pastizal abandonado lleno de mugre se transformó en un parque público dotando a la ciudad de un nuevo espacio verde de encuentro para la familia. Las ONG seguimos cuidando y forestando el lugar todos los años”. De a poco el barrio empezó a cambiar su fisonomía y, se realizaron emprendimientos privados en las viejas casonas de ramos generales enfrente a la Estación y distintos grupos culturales han tomado las instalaciones de la Estación, el galpón de encomiendas y equipajes y la zona en general como lugar generador de actividades artísticas convirtiendo el barrio en un verdadero Distrito Cultural.

En el parque Saavedra el día 2 de abril de 2011 empieza a funcionar, en la ex aula taller (a la altura de calles 14 e 66 y 67), la biblioteca “Del otro lado del árbol” impulsada por Paula Kriscautzky, un espacio dedicado a la niñez. Este emprendimiento generó un verdadero cambio en el uso del parque cerrado con cantidad de niños y actividades culturales.
El grupo “La Grieta” en el galpón de 18 y 71, el grupo de Teatro Comunitario “Los Okupas del Andén”, el Galpón de las Artes en 13 y 71, “Prisma Espacio Creativo” en 18 entre 70 y 71, Centro Cultural “Viejo Almacén El Obrero”, Ciudad Vieja, Loco Ponte, el “Centro Cultural Estación Provincial”, “Ciudad de Gatos”, el Club Meridiano V y biblioteca popular Enrique Gonino, La Biblioteca “Del Otro Lado del árbol” en el parque Saavedra (14 y 67) más todos los emprendimientos privados gastronómicos de tinte Cultural dan muestra del vigoroso trabajo asociativo en las inmediaciones de las antiguas instalaciones ferroviarias y el barrio todo.
El 22 de diciembre de 2022 se produce un hecho muy importante para el Barrio Meridiano V, el concejo deliberante, por unanimidad, aprueba la ordenanza 12.401 en la cual se crea el “Distrito Histórico Cultural Barrio Meridiano V”. La iniciativa rescata los aspectos históricos y culturales del barrio, pero, fundamentalmente, da legalidad a las asociaciones culturales que están en el predio ferroviario. Dicha legislación es histórica y por fin legitima a las asociaciones de vecinos después de muchos años de trabajo.

Otro hecho importante, que muestra la sinergia de los vecinos fue que, a partir de mayo de 2023, después de varias gestiones de “Estación Provincial” y la “Biblioteca del otro lado del árbol” se logró que el municipio cediera la gestión de la  casilla Benoit, ubicada en el parque Saavedra, y hasta ese momento abandonada (ver apartado CASILLA BENOIT en esta misma web), a la “Biblioteca del Otro lado del Árbol” para gestionar actividades y que sea un lugar para las infancias.
Desde junio de 2024 la Municipalidad de La Plata habilito el “Paseo de compras Meridiano V” en el playón de 18 y 71 desarrollando la feria de moda circular.

Así Meridiano V hoy teje vínculos hasta Parque Saavedra porque ha sabido armar redes con la Biblioteca del Árbol o los feriantes de ese espacio; se vincula más allá de la avenida 13, porque hay contacto y acciones organizadas con un entramado de espacios culturales; mira más allá de la Avenida 72, porque se trabaja en desdibujar la frontera de la circunvalación. De alguna manera, el Centro Cultural lleva en sus propósitos la misma intención que el tren: enlazar pueblos, ciudades, personas que en la distancia pueden construir un espacio identitario común.
Hoy, gracias al trabajo conjunto y la tarea sostenida de los vecinos que han apostado a la recuperación barrial a través de la cultura, el barrio Meridiano V se han convertido en un verdadero Distrito Cultural y un atractivo turístico que tiene sus raíces en los lazos solidarios, la participación barrial, la memoria viva y la revalorización de un pintoresco rincón de la ciudad que mantiene intactos sus adoquines, casas bajas y antiguas farolas.
Espectáculos, muestras artísticas, talleres y ferias volvieron a dar vida a esta zona que supo recuperar la pujanza de antaño, transformando su destino de terminal ferroviaria en un espacio de encuentro cultural.