Desde que se formó el movimiento barrial para recuperar el predio abandonado del ferrocarril y la estación, en el año 1988, una de las principales cuestiones que movilizó a los vecinos fue transformar el predio donde había vías abandonadas y mugre en un parque público para la comunidad. Fueron años de trabajo, de reclamos, de tarea sostenida, de poner árboles, remover tierra, limpiar y forestar. Pasaron las distintas gestiones municipales, algunas veces acompañaron con algo, otras no, pero los vecinos siempre trabajamos y logramos finalmente que de calles 16 a 19 y de 71 a 72 generar un parque público para la comunidad. Todavía seguimos trabajando, todos los días, en esa tarea.
Desde esos comienzos, generamos con la Escuela 58 una actividad educativa por el “Día del Árbol”; cada 29 de agosto, con motivo de reforestar el predio de la Estación y crear conciencia sobre la importancia de los árboles, generamos una jornada educativa con los niños de la Escuela donde ellos plantan árboles y se arman distintos talleres educativos y ecológicos.
Además de esta tarea el barrio ha generado distintas actividades vinculadas con la ecología como ser: talleres de huerta orgánica, reciclado, relevamiento de arbolado público en el barrio, talleres de forestación, cursos de ecología, etc.
En el barrio Meridiano V, además de la forestación en las cazuelas vecinales, tenemos dos zonas de parques, el predio del Ferrocarril Provincial, como se dijo, forestado desde hace años por los vecinos, y el parque Saavedra. En el predio del Ferrocarril, las especies que más prendieron fueron: álamos verdes, álamos plateados, fresnos, plátanos y casuarinas. El Parque Saavedra es un pulmón verde desde los inicios de la ciudad. Sobresale, en lo que se denomina su sector cerrado, su frondosa masa forestal con gran variedad de especies. De acuerdo a un relevamiento efectuado por el municipio en 1982, en aquel momento había ciento cincuenta y ocho especies arbóreas. Este importante patrimonio, cuya preservación es esencial, exhibe hoy muchos árboles muertos, caídos y falta de mantenimiento. También se hacen reclamos para que el municipio mantenga ese parque. Además en un sector existe hoy una huerta gestionada por los vecinos.
Los beneficios de los árboles son innumerables, pero resaltamos que, además de dar sombra y embellecer el lugar, combaten el cambio climático. El exceso de dióxido de carbono (CO2) causado por muchos factores se está acumulando en nuestra atmósfera y está generando un nocivo cambio climático que recalienta el planeta. Los árboles, mediante la fotosíntesis, absorben el CO2, que necesitan para crecer y lo almacenan en sus ramas y troncos, al tiempo que liberan oxígeno al aire. Además, los arboles limpian el aire ya que absorben los olores y gases contaminantes (óxidos de nitrógeno, amoníaco, dióxido de azufre y ozono) y filtran las partículas contaminantes del aire, atrapándolas en sus hojas y corteza.
Es fundamental mantener la masa arbórea en la tierra. Cada árbol es importante. El calentamiento del clima, la falta de sombra, el exceso de cemento en las ciudades, hace que cada acción que tengamos en este sentido sea vital.
Por todo esto es que los vecinos, hace años forestamos y cuidamos los arboles del barrio, intentando, mediante distintas acciones, generar conciencia ecológica y cuidar el planeta para las generaciones futuras.