
Como ocurrió en toda América Latina, la llegada del ferrocarril a la Argentina a mediados del siglo XIX, provocó una fuerte transformación en las comunicaciones, el transporte y la movilidad, y su traza final definió muchas de las variables que dieron forma a la economía y la sociedad nacional. En efecto, su importancia fue central: permitió insertar las riquezas de la pampa bonaerense en las nuevas condiciones del mercado mundial a través del puerto y tuvo una enorme importancia urbanizadora. Para las primeras décadas del siglo XX, la provincia de Buenos Aires contaba con una enorme red de ferrocarriles que la atravesaba y que mayormente había quedado en manos de capitales extranjeros: el Ferrocarril del Oeste, el Gran Sud, el Ferrocarril del Sud y el Midland. Además, otras empresas ferroviarias operaban en la provincia: el Ferrocarril Rosario a Puerto Belgrano, el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, el Central Argentino, el del Nordeste y los del Estado.
En este marco de expansión ferroviaria nació el Ferrocarril Provincial. La idea surgió del gobernador conservador Marcelino Ugarte (1902-1906) en respuesta a una controversia que su gestión mantenía con las compañías inglesas por las tarifas ferroviarias. Los estudios para la construcción del FCPBA se iniciaron en 1904, en medio de adhesiones de los productores y cuestionamientos en las compañías privadas y algunos sectores del gobierno nacional.
La inauguración
El Ferrocarril Provincial al Meridiano V inauguró el 27 de abril de 1910 los primeros 100 km de vía férrea y la Estación cabecera del Ferrocarril Provincial La Plata al Meridiano V ubicada en 17 y 71 con sus respectivos galpones en el predio.
La Estación Provincial fue construida por el ingeniero Enrique Dengremont, con una arquitectura sencilla, de rasgos clásicos de origen francés.
El nombre “Ferrocarril Provincial al Meridiano V” fue lo que hizo que a esta zona de la ciudad, cercana a las instalaciones ferroviarias, se la denomine “Barrio Meridiano V”. En el momento del auge del tren el barrio creció, logrando que la zona se transforme en un lugar pujante de la ciudad, con gran vida y movimiento.
La razón esgrimida por el gobierno provincial para la construcción del Ferrocarril Provincial era integrar a vastas zonas hasta ese entonces incomunicadas por vía férrea y también recorrer regiones ya servidas por otros ferrocarriles, abaratando los fletes con su presencia. También, entre los beneficios que se derivarían de la flamante línea, se contaban los de potenciar el puerto de La Plata como boca de exportación agropecuaria, y además romper el aislamiento en que se encontraba la capital de la provincia respecto de los demás pueblos de la misma.
La construcción de los primeros kilómetros comenzaron en 1907 bajo la supervisión del Ingeniero Ángel Etcheverry quien sería muy importante en la construcción del Ferrocarril Provincial. Etcheverry fue un protagonista lucido y muy trabajador del desarrollo de la Provincia de Buenos Aires, tuvo gran influencia en la construcción del Ferrocarril Provincial ya que fue Ministro de Obras Publicas desde 1902 a mayo de 1910 siendo Ministro con dos gobernadores distintos (Marcelino Ugarte 1902-1906 y Ignacio Darío Irigoyen 1906 – 1910). Etcheverry era un estudioso de las necesidades de la Provincia de Buenos Aires, por tal motivo impulso fuertemente la necesidad de la construcción de este Ferrocarril. La primera Estación de la línea después de La Plata se la denominó con su nombre.
Tras ponerse a licitación las obras y presentarse seis propuestas para la ejecución y explotación se acepta las que ofrecían el Sindicato formado por los Ingenieros y Empresarios Dirks y Dates y las casas Bancarias O. Bemberg y Cia., Luis Dreyfus y Cia. De Paris y Emilio Erlanger y Cia. De Londres. El 22 de mayo de 1909 se firmo el contrato y emisión de títulos suscriptos por el Ministro de Obras Publicas y los banqueros Bemberg, Dreyfus, Erlander y los ingenieros Dirks y Dates constructores ferroviarios. El Gobierno nombro al Ingeniero argentino Enrique Demadrid Inspector general de las obras, contando al efecto, además de la Oficina central, con otras tres secciones de vigilancia; y al inspector Sr. Juan J. Erlordi, también argentino, para que en unión de su personal correspondiente, inspeccionase las condiciones del material en Europa.
El 27 de abril de 1910 se hace un acto por la inauguración de la estación y los primeros cien Kilómetros en el puente del Río San Borombon donde asiste el Gobernador Ignacio D. Irigoyen. En el mismo toman la palabra El Señor Dates de parte de la Societe Anonime Franco-Argentine des Travaux Publics y el Sr. Gobernador de parte del Estado.
La Estación central de La Plata estaba en las calles 17 y 71 dentro de un predio ferroviario que iba de calles de 71 a 72 y de 13 a 22 ocupando 142.000 m2 El edificio fue inaugurado el 27 de abril de 1910 y su proyectista, el ingeniero Enrique Dengremont, lo concibió con rasgos arquitectónicos de origen francés dentro de un estilo ecléctico.
Cuando el Tren empezó a funcionar lo hizo con 16 locomotoras tipo “Pacific”, 25 coches y 25 furgones de carga. Una de las mejoras técnicas fue la introducción del sistema norteamericano de enganche automático que era más seguro ante accidentes.